Simeón Roncal

imagenes Simeon Roncal Bolivia

Simeón Roncal (20 de abril de 1870 - 13 de enero de 1953) fue un destacado músico y compositor nacido en Sucre, Bolivia. Inició su formación musical bajo la tutela de su padre, Juan Roncal, quien lo introdujo al piano desde temprana edad. Roncal se unió al coro de la catedral metropolitana de Sucre, donde también se desempeñó como organista y recibió enseñanzas de Eduardo Berdecio, fundador de la «Sociedad Filarmónica de Sucre».

Roncal destacó como uno de los principales compositores dedicados a la perfección de la «cueca» boliviana. Su habilidad técnica y expresión musical le permitieron elevar este género a una forma distintiva y romántica. Poseía una técnica excepcional al piano, dominando la estructura de los acordes con su mano izquierda, a pesar de ser zurdo.

Realizó presentaciones artísticas en Potosí, donde colaboró con el Círculo de Bellas Artes y el Salón Musical de Armando Palmero Nava, y luego en Buenos Aires, logrando reconocimiento internacional. Compuso cuecas, kaluyos, bailecitos, marchas, himnos y otras piezas, como «La ausencia», «La brisa», «Noche tempestuosa», entre otras.

Roncal recibió numerosas distinciones y reconocimientos, siendo considerado el "padre" de la cueca boliviana y un virtuoso del piano y el violín. Contrajo matrimonio con Virginia Cortés y falleció en La Paz a los 83 años.

 

Su Vida y Legado Musical

Roncal nació el 20 de abril de 1870 y fue bautizado al día siguiente en la Parroquia de San Sebastián de Sucre. Sus padres fueron Juan Roncal y Rosa Gallardo. Su progenitor fue maestro de Capilla de la Catedral Metropolitana de La Plata, además de organista y cantor de la Iglesia Matriz de Potosí. Su madre, dedicada ama de casa, cuidaba y atendía su modesto hogar.

Con su compañera de vida, Virginia Cortés, tuvo seis hijos: Ramón, Rosa, Simeón, Raquel, Julia y Virginia Roncal.

Algunos estudiosos del maestro dicen que "a los nueve años Roncal ya era organista de la Catedral de Sucre y que su padre fue su primer profesor". No obstante, un documento custodiado celosamente en la Serie del Archivo Capitular perteneciente al Archivo Arquidiocesano indica que el joven ingresó como Segundo Organista en la Catedral Metropolitana el 2 de julio de 1883.

"Por este dato nos damos cuenta que a los 13 años Roncal ya tenía la gran responsabilidad de estar presente en diferentes oficios y cobraba un honorario", indica a ECOS el estudioso.

Trayectoria como Maestro de Capilla

Roncal tuvo varios cargos en el Coro Metropolitano, hasta que fue nombrado Maestro de Capilla interino. Inicialmente trabajó como templador, primer y segundo organista, y organista del Coro Bajo. También suplió varias veces a su padre en ese alto cargo.

Destacada Actividad en Potosí

Durante la segunda década del siglo XX, Roncal se trasladó a la Villa Imperial y vivió en una típica casona colonial ubicada en la calle Bustillos 857. Trabajó como profesor de música en la escuela Alonso de Ibáñez y en el Colegio Nacional de Pichincha. En sus horas libres daba clases de piano a domicilio, aseguró en vida Alfredo Calvo Vera quien fue su alumno en ambos establecimientos de la ciudad de Potosí.

Tiempo después, se fundó el Círculo de Bellas Artes de Potosí donde Roncal se destacó por la interpretación magistral de sus obras, en el salón musical del domicilio de su maestro y amigo, Armando Palmero Nava (un excelente intérprete del Chelo), situado en la calle Porco. Fue lugar de encuentro de grandes músicos.

Asimismo, el Teatro Modesto Omiste fue testigo de las actuaciones del maestro, que demostró lo más depurado de su obra, recibiendo el aplauso y consagración del público potosino.

Legado Musical y Composiciones

Roncal se inspiró y compuso una variedad de bailecitos y caluyos (en los que se advierten las tonadas autóctonas de las poblaciones potosinas de Macha, Pocoata, Tinguipaya y Tomoyo) y las cuecas que hoy en día son consideradas como parte del “Patrimonio musical boliviano”. Sus inmortales composiciones se encuentran dispersas en el amplio repertorio folclórico nacional, algunas están registradas y otras no.

De acuerdo con la Resolución Suprema del 20 de julio de 1917, están inscritas las siguientes piezas musicales: "Berta" (vals), "Tres de Febrero" (marcha fúnebre), "La Ausencia" (cueca), "La Brisa" (cueca), "Julia" (cueca), "Noche Tempestuosa" (cueca), "Ramón" (cueca), "Rosa" (cueca), "Huérfana Virginia" (cueca), "Lección de Piano" (cueca), "Recuerdo" (cueca), "Pequeño Simeón" (cueca), "El Olvido" (cueca), "Lágrimas" (cueca), "Raquel" (cueca), "Decepción" (cueca), "Amor" (cueca), "Impresiones" (cueca), "El Arroyo" (cueca) y "Soledad" (cueca).

Tiene en su haber otras composiciones poco difundidas como el caluyo "Para Charango y Piano", las obras de teatro "Corazones son Triunfo" y "Hacia el Mar", alegorías dramáticas pertenecientes al literato y poeta Carlos Medinaceli, el himno al prócer "Alonso de Ibáñez", "Adiós a Sucre", "Caluyo Indio N. 2", "5 de Octubre" (himno) y las marchas "Heroica", entre otras.

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