El "Himno al Maestro" de Bolivia es un homenaje musical a los educadores del país, destacando su labor y dedicación en la formación de las generaciones futuras. Con letras conmovedoras y una melodía emotiva, resalta el papel fundamental de los maestros en el desarrollo de la sociedad boliviana. Esta composición patriótica es un símbolo de gratitud y reconocimiento hacia aquellos que dedican sus vidas a la enseñanza y al servicio de la educación.
Entonemos un himno de gloria, cual se canta una marcha triunfal, en honor del maestro que enseña el camino de fe y bondad.
Mil coronas de lauros le ciñen esa frente repleta de ideal; es el maestro que lleva en su alma la pureza de luz y verdad.
Tiene el alma tan pura y serena, cual las aguas de un gran manantial. Estrechemos sus manos tan tiernas, que están llenas de felicidad.
Nada puede quebrar su conciencia, nada agota su sed de verdad. Es el maestro a quien canta la gloria sus canciones de paz y bondad.
Vocabulario
Lauros: Reconocimientos públicos por méritos destacados en áreas como el arte, la ciencia o el deporte.
Ciñan: Ajustar o rodear algo alrededor de una parte del cuerpo u objeto, implicando también asumir responsabilidades.
Bondad: Cualidad de ser amable, generoso y compasivo hacia los demás.
Pureza: Estado de ser puro o libre de impurezas, tanto físicas como morales o espirituales.
Serena: Estado de tranquilidad y calma, sin perturbaciones ni tensiones, tanto a nivel físico como emocional.
Historia del himno al maestro
El Himno al Maestro de Bolivia fue compuesto como un tributo sincero a todos los maestros del país, cuya labor incansable y dedicación han dejado una marca indeleble en la sociedad boliviana. Este himno se estableció oficialmente el 6 de junio como un día de reconocimiento y gratitud hacia los educadores, gracias al Decreto Supremo emitido por el gobierno del Dr. Bautista Saavedra el 24 de mayo de 1924. Esta fecha conmemorativa no solo celebra la labor educativa, sino que también rinde homenaje al nacimiento del ilustre Doctor Profesor Modesto Omiste Tinajeros, una figura pionera en la historia de la educación boliviana. Nacido el 6 de junio de 1840 en el departamento de Potosí, Modesto Omiste desempeñó un papel crucial en la formación de destacadas personalidades de la educación y la política del país. Entre sus discípulos se encontraban los doctores Juan Misael Saracho y Daniel Sánchez Bustamante, quienes, a su vez, dejaron un legado significativo en el ámbito educativo y contribuyeron al desarrollo de la política educativa en Bolivia. Por lo tanto, el Himno al Maestro de Bolivia no solo celebra la labor presente de los maestros, sino que también rinde homenaje a las raíces históricas y al legado de quienes sentaron las bases de la educación en el país.
Bibliografía del Autor
Juan Manuel Thorrez Rojas
Nació en Sucre el 24 de junio de 1920. En su infancia, recibió instrucción musical del Profesor Pablo Ruiz. Posteriormente, ingresó a la Escuela Nacional de Maestros, donde en 1938 fue uno de los estudiantes fundadores de la sección musical, compartiendo aulas con Carmen Gómez, Leonor Gómez y Corina Lora. En 1940, fue nombrado profesor de la Sección Musical de la Escuela Nacional de Maestros, a la que sirvió con dedicación, cariño y entereza durante 38 años. Se destacó como pedagogo y pianista, contribuyendo activamente en la formación de jóvenes pianistas. En 1971, recibió la distinción de "La Gran Orden Boliviana de la Educación" en el grado de Oficial. En 1959, presidió los festejos de las Bodas de Oro de la Escuela Madre, siendo presidente del Comité creado para este propósito.
Juan Manuel Thorrez Rojas fue autor, tanto en letra como en música, del Himno a la Escuela Nacional de Maestros Mariscal Sucre y del Himno al Maestro. En 1959, junto con un grupo de maestros, fundó la Escuela Nacional de Música Simeón Roncal, donde ejerció como director y profesor de Piano Superior durante 14 años. Su incansable labor no solo fue fundamental para el establecimiento de la Escuela Simeón Roncal, sino también para su desarrollo posterior, gracias a su trabajo y el de otros profesores, la escuela cuenta con el material y los recursos que posee en la actualidad.
Además de sus contribuciones como educador, Juan Manuel Thorrez Rojas dejó su huella en el ámbito musical como letrista de la Cueca Rosa Carmín, con música de Néstor Olmos, así como también proporcionó letras para varias cuecas de Simeón Roncal. En colaboración con el renombrado charanguista boliviano Mauro Núñez Cáceres, realizaron una grabación histórica de piano y charango, interpretando el emblemático bailecito "Bajo los cielos del Potosí".
El Maestro Thorrez, tras 40 años de servicio docente, se retiró en 1978 y fue nombrado Director Honorario y Vitalicio de la Escuela. Durante sus últimos años, asistía con entusiasmo a las clases y conciertos en la Escuela Simeón Roncal, donde aplaudía a sus alumnos con orgullo. Falleció en agosto de 2008, siendo despedido en su sepelio por colegas de diferentes épocas y por todos los profesores de la escuela que tanto amaba, quienes entonaron el himno que él había compuesto en su honor. Su legado perdura en la memoria de sus alumnos y colegas, siendo recordado como el "Maestro de Maestros".
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