Ulises Hermosa Gonzales

Fecha de nacimiento: Capinota 22 de Febrero, 1954 |
Fecha de defunción: 3 de abril, 1992 |
Edad: 38 años |
Profesión: Músico, poeta y compositor |
Hijos: Surimana, Wara, Ulises |
Esposa:Edith Fernández |
Ulises Hermosa fue Músico, poeta y compositor, fundador del grupo Los Kjarkas, nació en Capinota, Cochabamba, el 22 de febrero de 1954. Hermano de Gonzalo Hermosa y Elmer Hermosa, Inició su carrera musical como intérprete de la guitarra y más tarde dominó los instrumentos de viento y percusión, incursionando posteriormente en la composición de canciones, entre las que destacan "Llorando se fue" y "Tatalituy", esta última creada a la edad de 17 años. Ulises desempeñó el rol de segunda voz en el grupo desde sus inicios y se convirtió en uno de los directores musicales del mismo. Sus composiciones obtuvieron gran éxito entre el público boliviano y brindaron numerosos reconocimientos a Los Kjarkas. Su última creación musical lleva por título "El árbol de mi destino", compuesta durante un período de enfermedad.
Ulises viajó a Estados Unidos en busca de tratamiento médico, pero lamentablemente falleció el 3 de abril de 1992 en Houston. Su partida conmovió profundamente a los amantes de la música y a la población boliviana en general, quienes recibieron la noticia con gran tristeza.
Wara Hermosa nos regala estas palabras de su padre
Ulises fue un soñador que, a través de sus sueños, logró triunfar, pero también se desvaneció. Hoy en día, persiste como una fuente de inspiración para muchos.
Ulises fue un creador excepcional, un padre incomparable y un ser excepcionalmente singular. Llegó a nuestras vidas como un ángel y, después de dos años de lucha contra una enfermedad dolorosa, partió.
Él es y siempre será la razón por la que existimos y seguimos adelante. Como él mismo expresó en su canción "Papá Estrella", fue una estrella fugaz en nuestras vidas, pero incluso después de 18 años, nuestros corazones todavía lo sienten y lo extrañan. Todo lo que él sintió, todo lo que vio y vivió está presente en cada página de los cuadernos en los que escribía y en cada una de sus canciones. El sentimiento y el orgullo de ser parte de él serán eternos.
Y nunca olvidaremos estas palabras: "Quiero verte, niña dibujada en un pensamiento nuevo, donde el sol brille más cada mañana y en tu carita pequeña, mil caricias todas nuevas, estrellas celestes palpitando en tu mirar".
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