Primer Grito Libertario de América
José Alonso de Ibáñez vio la luz en Tarapaya, un lugar tranquilo en Potosí, debido al riguroso clima, el 25 de agosto de 1750. Sus padres, María Ana de Mendoza y Francisco de Ibáñez, eran originarios de Extremadura, España. A pesar de que la partida de bautismo de José Alonso se perdió durante una inundación en 1626, su infancia demostró un talento excepcional y una sorprendente precocidad.
Sus padres, conscientes de su brillantez, lo enviaron a Salamanca, España, para continuar sus estudios de humanidades. Allí, adquirió un conocimiento que más tarde aplicaría en la lucha por la libertad.
La Guerra Civil y el Matrimonio
En 1552, bajo el gobierno del Virrey don Francisco de Borja y Aragón, se desencadenó una guerra civil entre los naturales de las provincias Vascongadas y sus compatriotas nacidos en otras regiones de España. Se formaron dos bandos, los Vascongados y los Vicuñas, y José Alonso se unió a estos últimos, los criollos americanos.
Luego de una escena sangrienta, José Alonso de Ibáñez se retiró a Ulti, donde quedó cautivado por la belleza de Leonor, la hija de don Calixto. Su amor se convirtió en matrimonio, y la joven pareja celebró su unión con alegría y afecto.
El Corregidor y la Batalla
Don Rafael Ortiz de Sotomayor asumió el cargo de Corregidor de la Villa y organizó una gran celebración para su posesión, incluyendo una entrada a la plaza. José Alonso de Ibáñez, liderando a los Vicuñas, desafió a las autoridades con un escudo que proclamaba: "POR LA LIBERTAD SE DERRAMA", un desafío a los españoles.
Los Vascongados, decididos a ganar o perder de una vez por todas, desafiaron a los Vicuñas. La confrontación se desarrolló en la Plaza de Huayna y se convirtió en una batalla feroz.
El Precio de la Libertad y la Captura de Ibáñez
Tras la victoria de los Vicuñas, el Corregidor Ortiz de Sotomayor puso precio a sus cabezas, ofreciendo hasta quinientos pesos por cada una. Enterado de esto, José Alonso de Ibáñez ingresó clandestinamente a Potosí y se preparó para atacar a los Vascongados en Munaypata al amanecer.
El Corregidor llamó al capitán Oyanume y reunió a ocho mil hombres para enfrentar a los Vicuñas. Sorprendidos mientras dormían en su campamento, se produjo una masacre y varios líderes, incluyendo a José Alonso de Ibáñez, fueron capturados.
La Sentencia y la Ejecución de Ibáñez
La sentencia fue leída por el Justicia Mayor de la Villa Imperial de Potosí, Lic. Pedro de Ibarra, acusándolos de "ALUCINAR A LOS INCAUTOS, OFRECIENDOLES LA EMANCIPACION DE ESTAS COLONIAS". Quince minutos después de la lectura, José Alonso de Ibáñez y otros líderes de los Vicuñas fueron llevados a la Plaza del Gato para su ejecución.
El reloj marcaba las dos de la tarde del 15 de mayo de 1617 cuando José Alonso de Ibáñez subió serenamente al cadalso. Su paso fue firme, y la multitud observó mientras el verdugo, vestido de negro, sostenía un hacha. Este filo de acero, que antes se utilizaba para talar árboles, ahora callaría la voz de los profetas, marcando un capítulo trágico en la historia.
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