El Primer Grito Libertario de Santa Cruz de la Sierra

Un Hito Histórico en la Lucha por la Independencia El 26 de febrero de 1561, Santa Cruz de la Sierra fue fundada, pero fue un día como hoy, el 24 de septiembre de 1810, cuando se escuchó su primer grito libertario. Este momento marca el inicio de un proceso de lucha que transformaría a la región en un bastión de libertad.

Desde su fundación, Santa Cruz había estado bajo el dominio de la corona española. Sin embargo, factores diversos llevaron a los patriotas cruceños a anhelar la libertad. A lo largo de su corta historia, ya mostraba signos de progreso: tan solo un siglo después, contaba con un movimiento comercial vibrante que incluía 25 ingenios azucareros y comerciaba productos como miel, ganado, charque, cuero y arroz. Este comercio no solo se limitaba a la zona andina de Bolivia, sino que también alcanzaba el norte argentino y regiones de Mato Grosso.

En el contexto de la administración colonial, Santa Cruz era gobernada por un representante de la corona, pero cada 1 de enero, a través de un cabildo, se elegían miembros locales para administrar la ciudad. La llegada de la revolución industrial en Europa también impactó a América, provocando reformas impuestas por los españoles. Un cambio significativo fue la expulsión de los jesuitas, que transformó las antiguas misiones de Mojos y Chiquitos en gobiernos militares. Esto generó un descontento creciente entre los cruceños, exacerbado por la traslación de la capital de la gobernación a Cochabamba, lo que perjudicó a la élite local.

La situación se volvió crítica en 1808, cuando Napoleón Bonaparte invadió España y tomó prisionero al rey Fernando VII. Esto creó un vacío de poder en América, propiciando la formación de juntas de gobierno. El 25 de mayo de 1810, Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, destituyó al virrey francés y estableció una junta de criollos, enviando emisarios a Santa Cruz para solicitar apoyo.

La tarde del 24 de septiembre de 1810, las milicias cruceñas se reunieron en un cabildo abierto y decidieron respaldar la junta de Buenos Aires, lo que resultó en la renuncia del gobernador Pedro José Toledo Pimentel. Así se constituyó una nueva junta gubernamental, liderada por figuras como el sacerdote José Andrés Salvatierra, el Dr. Antonio Vicente Seoane y el coronel Antonio Suárez. Este fue el inicio de una guerra de independencia que se prolongaría por casi 15 años, durante los cuales Santa Cruz sería guiada por líderes como Ignacio Warnes y Francisco Javier de Aguilera.

Finalmente, el 14 de febrero de 1825, se proclamó la independencia de Santa Cruz de la Sierra, un logro posible gracias a la unión de la clase media, intelectuales, indígenas, afrodescendientes y las valientes mujeres que jugaron roles cruciales, desde la logística hasta el espionaje.

Este primer grito libertario es un recordatorio de la lucha y el sacrificio de un pueblo que aspiraba a la libertad y la autonomía.

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