La Hacienda Pitantorilla
A solo 22 kilómetros de la histórica ciudad de Sucre, en Bolivia, se encuentra una joya que encapsula tanto la belleza natural como la riqueza histórica del país: la hacienda Pitantorilla. Situada en el municipio de Yotala, específicamente en la comunidad de Pitantorilla, en el cantón Huayllas, esta hacienda no solo es un testimonio del pasado colonial, sino también un refugio natural enmarcado por la majestuosa Cordillera de los Frailes y el imponente cerro Obispo, del cual hablaremos en una próxima publicación.
La Hacienda de Pitantorilla, propiedad de la Orden de la Familia Trinitaria, se enfrenta al desafío de la despoblación y el abandono del campo. Ofrece a los visitantes una experiencia que combina relax y aventura, incluyendo el ascenso al cerro Obispo —el más alto de Sucre—. Los fondos recaudados en estas actividades se destinan a la formación de niños y jóvenes locales.
- Historia y Patrimonio
- Un Edificio con Historia
- Un Recuerdo Estremecedor
- La Compra de la Hacienda
- Un Proyecto de Transformación
- Talleres y Desarrollo
- Desafíos Actuales
- Un Nuevo Proyecto en Pitantorilla
- Una Apuesta por el Turismo
- Características del Lugar
- Orden Santísima Trinidad
- Una Estructura que Desborda Historia y Belleza
- Un Entorno Natural Privilegiado
- Un Lugar de Gran Valor Histórico
- Un Testimonio del Pasado Colonial
- Visita Pitantorilla y Descubre Sucre
Historia y Patrimonio
El padre Luis Redondo Diez, presidente de la Fundación Familia Trinitaria, comparte con ECOS que José Mariano Serrano, quien redactó el Acta de Independencia de las provincias altoperuanas, fue el antiguo propietario de esta hacienda. En su momento, la propiedad se extendía por cientos de hectáreas, llegando hasta las ricas riberas del río Cachimayu.
Un Edificio con Historia
Este hermoso edificio de ladrillo se encuentra a los pies del cerro Obispo, rodeado por montañas y manantiales generosos en la comunidad de Pitantorilla, situada en el cantón de Huayllas, a 22 kilómetros de Sucre y a 7 de Yotala, el municipio al que pertenece.
Un Recuerdo Estremecedor
El padre Luis recuerda que entre 1997 y 1998, cada vez que visitaba las comunidades del cantón de Huayllas, se entristecía al ver a niños y adolescentes cuidando de una vaca y dos cabras en lugar de estudiar, durante el horario en que la escuela del pueblo estaba cerrada, con recursos muy limitados.
Un día, al visitar al Señor de Huayllas, quedó impactado al ver a una abuela pasando las herramientas de trabajo a su nieto, quien las usaría para cuidar a los animales: un bastón y un “moderno” celular de finales del siglo.
La Compra de la Hacienda
El padre Luis pensó: “¿Y si compramos la hacienda? Podría ser su casa, su escuela y una ventana al futuro”. Así comenzó el proceso. La adquisición por parte de la Orden Trinitaria contó con el apoyo de una familia amiga y la disposición del entonces propietario, Iván Tomianovic.
La propiedad, que abarca 18 hectáreas, permitió a la Comunidad Trinitaria de El Tejar iniciar el Centro Integral del Menor Trabajador (Cimet), donde asistían niños y adolescentes trabajadores del Cementerio General de Sucre y jóvenes de las parroquias San Roque y El Tejar.
Un Proyecto de Transformación
La Fundación Familia Trinitaria dio nuevo vigor al lugar con el Centro de Educación Alternativa Pública de Convenio (Iglesia-Estado). Su misión es proporcionar formación integral a hombres y mujeres desde su propia realidad, con acciones de orientación liberadora.
Su visión es formar individuos con valores humanos y cristianos, ofrecer educación primaria y secundaria, capacitarlos en técnicas de educación técnico-alternativa, y fomentar su desarrollo personal, familiar y comunitario en sus comunidades de origen.
Talleres y Desarrollo
En el antiguo lugar de las caballerizas, se construyeron talleres de carpintería, metalmecánica, corte y confección, y agropecuaria, equipados con maquinaria proveniente de Alemania. También se crearon una huerta, una carpa solar y granjas pequeñas para la crianza de pollos, cerdos y conejos.
Estas instalaciones ayudaron a los jóvenes a crecer y desarrollarse armónicamente, permitiéndoles ingresar a la universidad y convertirse en buenos profesionales.
Desafíos Actuales
A pesar de los esfuerzos, en los últimos años, muchos jóvenes terminan la primaria y se van, y son pocos los que completan el bachillerato antes de emigrar. El objetivo de la hacienda es proporcionar oficios a los niños y adolescentes para que permanezcan en su lugar de origen. En 2018, apenas había cuatro estudiantes.
El padre Luis reflexiona sobre la necesidad de una política que promueva los valores culturales arraigados, como el aprecio por la tierra y sus riquezas.
Un Nuevo Proyecto en Pitantorilla
Para combatir la despoblación y el abandono del campo, surge en Pitantorilla una iniciativa para revitalizar terrenos que han estado sin cultivo durante décadas. La Alcaldía de Yotala apoya con instalaciones de riego a siete hectáreas de la hacienda, compartiéndolas en comodato temporal con la comunidad local. El proyecto está en marcha, según el padre Luis.
“Las potencialidades de Pitantorilla no están cerradas. La casa y el lugar se abren con múltiples ofertas para quienes buscan un futuro prometedor. No nos quedaremos inmóviles. Nos damos el tiempo necesario para planificar y hacer que la hacienda continúe brillando con luz propia”, concluye esperanzado el religioso.
Una Apuesta por el Turismo
La Hacienda Pitantorilla se ha convertido en un espacio de hospedaje, con 15 habitaciones disponibles y 60 camas sencillas. Los principales clientes son colegios de Sucre que visitan para retiros espirituales y familiares.
Forma parte de la Ruta de las Haciendas, una excursión de cinco días en la que los turistas llegan a dormir allí, ya sea a pie o en vehículo desde el cerro Obispo. Al día siguiente, pueden disfrutar del lugar, conocer la labor social que se desarrolla, el turismo agropecuario y las parcelas de producción.
El lugar tiene capacidad para 60 personas; cuando un grupo alcanza ese número, la noche cuesta Bs 20. La hacienda dispone de cocina para preparar alimentos. El alquiler de una habitación es de Bs 50, e incluye desayuno y almuerzo (que cuesta entre Bs 40 y 50), con opciones como sopa liviana, lechón o pollo al horno, chuletas y ensaladas.
También hay dos cabañas, cada una con capacidad para ocho personas, que cuentan con cocina, comedor y parrillero. El precio por un fin de semana es de Bs 310.
Características del Lugar
La Hacienda de Pitantorilla abarca 18 hectáreas y su construcción data de la época colonial. Incluye un internado, tres patios, una capilla, albergue para turistas y talleres técnicos.
Además, cuenta con un criadero de truchas, apicultura, y granjas pequeñas de pollos, cerdos y conejos. En la zona, hay pozas naturales provenientes del cerro Obispo, donde el agua fluye continuamente. La hacienda también posee 250 árboles de manzana, durazno, membrillo, ciruela, damasco y nuez.
Orden Santísima Trinidad
La Orden de la Familia Trinitaria pertenece a la Iglesia Católica y opera con autonomía. Su carisma es redentor; en sus inicios, se enfocaban en liberar a los esclavos en África hasta que se abolió la esclavitud.
Posteriormente, la orden se dedicó a liberar a las personas de la drogadicción, la prostitución y la falta de acceso a educación y empleo. Actualmente, trabajan en las cárceles, se ocupan de la educación infantil y aseguran que los niños permanezcan en la escuela. También brindan apoyo a los niños "escaleritas" del Cementerio General de Sucre, capacitándolos y alimentándolos en un comedor popular.
Una Estructura que Desborda Historia y Belleza
Pitantorilla abarca 18 hectáreas de terreno, con una infraestructura que se extiende a lo largo de 1,300 metros cuadrados. Su construcción, que data del siglo XVII, es un ejemplo fascinante de la arquitectura colonial boliviana. A lo largo de los años, la hacienda ha sido remodelada en varias etapas, pero conserva elementos distintivos que la hacen única. La estructura está construida principalmente con adobe y piedra, y las puertas y ventanas de cedro le aportan un toque de elegancia. Uno de los aspectos más notables es su color rojizo, logrado a través de una técnica tradicional conocida como “solaque”, que mezcla cal, penca y sangre de toro para obtener ese característico tono terracota.
Un Entorno Natural Privilegiado
El entorno natural que rodea a Pitantorilla es simplemente espectacular. La hacienda está ubicada a los pies del cerro Obispo, en una región rica en biodiversidad. Los visitantes pueden disfrutar de un paisaje adornado con molles, algarrobos, sauces, ceibos y quewiñas, además de una variedad de árboles frutales. El área también cuenta con pozas naturales de agua cristalina, que añaden un toque de frescura y serenidad al paisaje. Este entorno no solo realza la belleza de la hacienda, sino que también ofrece un refugio para aquellos que buscan escapar del bullicio urbano y sumergirse en la tranquilidad de la naturaleza.
Un Lugar de Gran Valor Histórico
Pitantorilla no es solo un lugar de belleza natural; también posee un profundo valor histórico. La hacienda fue propiedad de Don José Mariano Serrano, un destacado doctor en leyes que jugó un papel crucial en la historia de Bolivia y Argentina. Serrano fue el autor de los Actas de Independencia de ambos países y su legado es fundamental en la historia de la región. En 1851, Serrano falleció en la hacienda y sus restos reposaron allí hasta 1886, cuando fueron trasladados al sector de notables del Cementerio General. Finalmente, el 29 de septiembre de 1931, sus restos fueron exhumados y trasladados a la Casa de la Libertad en Sucre, donde se encuentran actualmente.
Un Testimonio del Pasado Colonial
A lo largo de los años, la hacienda Pitantorilla pasó por diversas manos. Entre sus propietarios más recientes se encuentra la familia Tomianovic, quienes vendieron la hacienda a la Congregación Religiosa Padres de la Santísima Trinidad. Entre 1998 y 2002, la Escuela Taller Sucre llevó a cabo importantes trabajos de restauración para preservar la estructura histórica de la hacienda. A pesar de las restauraciones, las instalaciones de la hacienda requieren nuevos trabajos de mantenimiento para conservar su esplendor.
Pitantorilla forma parte de la “Ruta de las Haciendas Coloniales”, una iniciativa turística que busca destacar las haciendas históricas de la región. Sin embargo, esta oferta turística aún está en proceso de consolidación. Las instalaciones de la hacienda se alquilan principalmente a colegios e instituciones, lo que permite a los visitantes experimentar la riqueza histórica y arquitectónica del lugar.
Visita Pitantorilla y Descubre Sucre
Si bien el relato de Pitantorilla es fascinante, nada se compara con la experiencia de visitarla en persona. La hacienda ofrece una visión única de la historia colonial boliviana y de la vida en el campo durante esa época. Además, el entorno natural que la rodea es perfecto para quienes buscan una escapada tranquila en medio de la naturaleza.
En resumen, Pitantorilla es un lugar que combina historia, arquitectura y belleza natural en un solo sitio. Su cercanía a Sucre la convierte en una visita obligada para aquellos interesados en la historia y el patrimonio de Bolivia. No es suficiente con solo escuchar sobre ella; es una experiencia que se debe vivir para apreciar plenamente su grandeza y su legado.
Si quieres conocer otros artículos de La Hacienda Pitantorilla puedes visitar la categoría Historia.
Deja una respuesta
Mas artículos relacionados