Guerrilla de Ñancahuazú
La Guerrilla de Ñancahuazú fue un episodio histórico en Bolivia comandado por Ernesto Guevara. Este grupo guerrillero estableció su base en Santa Cruz de la Sierra y se llamó Ejército de Liberación Nacional (ELN). La presencia de la guerrilla enfrentó la dictadura militar y buscaba extender la acción revolucionaria a Argentina. A pesar de los enfrentamientos y deserciones, el grupo se consideraba integrado por 50 a 200 miembros. La muerte de Guevara marcó el fin de la guerrilla y la mayoría de sus integrantes.
- Los orígenes de la guerrilla de Ñancahuazú
- La preparación y llegada de Ernesto Guevara a Bolivia
- Establecimiento del ELN en Bolivia
- Enfrentamientos con las fuerzas militares bolivianas
- La partida de Guevara y el debilitamiento de la guerrilla
- Organización de la Guerrilla
- El fin de la Guerrilla de Ñancahuazú
- Muerte de Ernesto Che Guevara
Los orígenes de la guerrilla de Ñancahuazú
La Guerrilla de Ñancahuazú tuvo sus orígenes en la planificación estratégica de Ernesto Guevara luego de su retirada del Congo. Después de buscar refugio en la embajada cubana en Tanzania, se trasladó a Praga, donde analizó sus próximos pasos con el apoyo del servicio secreto cubano.
Bolivia, gobernada por una dictadura militar en 1966, ofrecía un terreno fértil para la acción guerrillera. Con una población mayoritariamente campesina e indígena, la oposición al régimen era evidente. Guevara había estado preparando la posibilidad de una guerrilla en Bolivia durante varios años, inspirado por la experiencia del Ejército Guerrillero del Pueblo en Salta, Argentina.
El 3 de noviembre de 1966, Guevara llegó a Bolivia bajo una identidad falsa, haciéndose pasar por un economista uruguayo. Estableció la base guerrillera en una propiedad de selva de 1.500 hectáreas en una zona indígena de la cultura guaraní, al suroeste de Santa Cruz de la Sierra. El grupo guerrillero adoptó el nombre de Ejército de Liberación Nacional (ELN) y recibió apoyo de unidades ubicadas en Argentina, Chile y Perú.
La preparación y llegada de Ernesto Guevara a Bolivia
Después de su participación en el Congo, Ernesto Guevara se refugió en la embajada cubana en Tanzania y posteriormente viajó a Praga, donde estuvo cinco meses en una casa de seguridad del servicio secreto cubano. Durante este tiempo, Guevara analizó los pasos a seguir para iniciar la acción guerrillera en Bolivia.
Bolivia, bajo una dictadura militar en 1966, presentaba condiciones favorables para el desarrollo de una guerrilla. La presencia de una población mayoritariamente campesina e indígena, con una fuerte oposición al régimen, fue un factor determinante en la decisión de Guevara de llevar adelante su lucha en este país.
Con una identidad falsa de economista uruguayo, Guevara llegó a Bolivia el 3 de noviembre de 1966. Su objetivo era establecer una base guerrillera en el suroeste del país, en una propiedad de 1,500 hectáreas de selva, en un área indígena perteneciente a la cultura guaraní.
La guerrilla, conocida como Ejército de Liberación Nacional (ELN), contaba con el respaldo de unidades situadas en Argentina, Chile y Perú. El objetivo era no solo enfrentar al gobierno boliviano, sino también expandir la revolución hacia Argentina y otros países de América Latina.
A medida que el gobierno tomaba conocimiento de la presencia de la guerrilla, se organizaron enfrentamientos armados y una amplia operación represiva. A pesar de las dificultades, la guerrilla logró mantenerse, aunque sufrió deserciones y detenciones que debilitaron su posición.
En febrero de 1967, Guevara decidió partir con la mayor parte del grupo para realizar reconocimientos del terreno y entrenamientos. Sin embargo, el gobierno boliviano ya estaba preparando una operación represiva en su contra. Esta partida marcó un momento crítico para la guerrilla, ya que quedaron expuestos a la acción militar del gobierno.
La preparación y llegada de Ernesto Guevara a Bolivia fue un proceso meticuloso y estratégico. Su objetivo de establecer una base guerrillera en el país para expandir la lucha revolucionaria se vio enfrentado a la represión militar y a las adversidades del terreno. En los próximos capítulos, exploraremos los desafíos que enfrentó la guerrilla de Ñancahuazú y cómo esto condujo finalmente a su desenlace.
Establecimiento del ELN en Bolivia
Tras la llegada de Ernesto Guevara a Bolivia, se dio inicio al establecimiento del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en este país. El 3 de noviembre de 1966, Guevara arribó a Bolivia bajo una identidad falsa, haciéndose pasar por un economista uruguayo. Una vez en territorio boliviano, se eligió una propiedad de 1.500 hectáreas de selva en un área montañosa, correspondiente a la cultura guaraní, como base para la guerrilla.
El grupo guerrillero, formado por combatientes bolivianos y extranjeros, adoptó el nombre de Ejército de Liberación Nacional (ELN). Además, contaron con el apoyo y camaradas situados en países vecinos como Argentina, Chile y Perú. La elección estratégica de Bolivia como escenario para la acción guerrillera se debía a la situación política del país en esos años, gobernado por una dictadura militar y con una población mayoritariamente campesina e indígena que se oponía al régimen establecido.
La base guerrillera en Ñancahuazú se convirtió en el punto de partida para las operaciones del ELN en Bolivia. Los guerrilleros se prepararon para llevar a cabo actividades de resistencia y lucha armada contra el gobierno. El terreno montañoso y selvático proporcionaba protección y ocultamiento para la guerrilla, permitiéndoles realizar entrenamientos y planificar sus acciones con relativa seguridad.
El establecimiento del ELN en Bolivia despertó la preocupación del gobierno boliviano, que comenzó a tomar conocimiento de la presencia de la guerrilla y a organizar una amplia operación represiva para acabar con ella. A medida que la presión gubernamental aumentaba, los enfrentamientos armados se hicieron más frecuentes y la posición de la guerrilla se debilitó progresivamente.
Si bien el establecimiento del ELN en Bolivia había representado un importante paso estratégico para la guerrilla, la falta de apoyo local y los recurrentes combates con las fuerzas militares bolivianas fueron minando su capacidad operativa. El grupo guerrillero sufrió deserciones y detenciones, lo que socavó aún más su posición y dificultó su avance hacia los objetivos propuestos.
Enfrentamientos con las fuerzas militares bolivianas
Una vez que las autoridades bolivianas tuvieron conocimiento de la presencia de la guerrilla guevarista en Ñancahuazú, comenzaron a organizar una amplia operación represiva para combatir y desmantelar al grupo. Los enfrentamientos armados se desencadenaron, marcando así una etapa crítica en la historia de la guerrilla.
Las fuerzas militares bolivianas se vieron enfrentadas a una situación desafiante, ya que la guerrilla estaba compuesta por combatientes altamente entrenados y decididos a luchar por sus ideales revolucionarios. A medida que avanzaba la confrontación, ambas partes se sumergieron en una guerra de guerrillas, llena de emboscadas, ataques sorpresa y escaramuzas.
Los guerrilleros utilizaban tácticas de guerrilla para evitar ser detectados y atacados por las fuerzas militares. Se movían con sigilo en la selva, aprovechando su conocimiento del terreno y su capacidad para adaptarse a las condiciones cambiantes. Estos enfrentamientos fueron intensos y sangrientos, con bajas tanto de los guerrilleros como de las fuerzas militares.
La guerrilla desplegó una estrategia de resistencia, utilizando la geografía montañosa y las densas selvas de Ñancahuazú para su beneficio. Se refugiaban en lugares estratégicos y se defendían ferocemente cuando eran atacados. Estas tácticas les permitieron resistir durante un tiempo significativo antes de ser finalmente superados en número y equipamiento por las fuerzas militares.
Los enfrentamientos con las fuerzas militares bolivianas fueron brutales y dejaron un saldo trágico en ambos lados. Las bajas de la guerrilla aumentaron, muchos miembros fueron capturados o perdieron la vida en combate. A medida que la intensidad de los enfrentamientos se incrementaba, la falta de recursos y el aislamiento de la guerrilla se convirtieron en factores determinantes para su debilitamiento.
La superioridad de las fuerzas militares, combinada con la falta de apoyo y las dificultades logísticas, llevaron a un desenlace inevitable. A medida que el grupo guerrillero se debilitaba, sus integrantes se enfrentaron a la difícil decisión de rendirse, huir o resistir hasta el final. Estos enfrentamientos marcaron el trágico desenlace de la Guerrilla de Ñancahuazú y sellaron el destino de Ernesto Guevara y sus compañeros.
La partida de Guevara y el debilitamiento de la guerrilla
En febrero de 1967, Ernesto Guevara decidió partir junto a la mayoría del grupo guerrillero para reconocer el terreno circundante y realizar entrenamientos en preparación para futuras acciones. Sin embargo, desconocían que el gobierno boliviano ya estaba organizando una operación represiva para acabar con la guerrilla.
A medida que avanzaban los días, la situación se volvía cada vez más difícil para la guerrilla de Ñancahuazú. Además del desafío de enfrentar a las fuerzas militares, el grupo sufrió deserciones y detenciones, debilitando aún más su posición en el conflicto.
La partida de Guevara dejó un vacío de liderazgo en la guerrilla, lo que afectó su capacidad para mantenerse cohesionados y combatir eficazmente contra las fuerzas enemigas. A pesar de esto, los guerrilleros restantes continuaron resistiendo, aunque en franca desventaja.
La falta de apoyo externo también tuvo un impacto negativo en la guerrilla. Las unidades situadas en Argentina, Chile y Perú no pudieron brindarles el respaldo necesario debido a las dificultades logísticas y a medidas represivas de los gobiernos locales.
Las condiciones adversas, la falta de liderazgo y el debilitamiento de la guerrilla fueron aprovechados por el ejército boliviano, que intensificó sus operaciones represivas para acabar con el grupo guerrillero.
A pesar de los esfuerzos de resistencia, la situación se volvió insostenible y finalmente la Guerrilla de Ñancahuazú llegó a su fin. Las fuerzas militares lograron localizar y enfrentar a los guerrilleros restantes, resultando en la muerte de la mayoría de ellos.
La partida de Guevara y el debilitamiento progresivo de la guerrilla marcaron el triste desenlace de esta histórica acción revolucionaria en Bolivia. A pesar de sus ideales y su lucha, la Guerrilla de Ñancahuazú no logró alcanzar sus objetivos y sufrió un duro golpe, poniendo fin a este capítulo significativo en la vida de Ernesto Guevara y en la historia de la lucha revolucionaria en América Latina.
Organización de la Guerrilla
La guerrilla estuvo organizada en tres pelotones: La Vanguardia, El Centro y La Retaguardia.
La Vanguardia
- Manuel Hernández Osorio(Jefe)
- Dariel Alarcón Ramírez
- Alberto Fernández Montes de Oca
- Jorge Vázquez Viaña
- Aniceto Reinaga Gordillo
- Roberto Peredo Leigue
- David Adriazola Veizaga
- Mario Gutiérrez Ardaya
- Francisco Huanca Flores
- Raúl Quispaya Choque
- Orlando Jiménez Bazán
- Benjamín Coronado Córdova
El Centro
- Ernesto Che Guevara (Jefe)
- Gustavo Machín Hoed de Beche
- Eliseo Reyes Rodríguez
- Carlos Coello
- Octavio de la Concepción de la Pedraja
- José María Martínez Tamayo
- René Martínez Tamayo
- Orlando Pantoja Tamayo
- Leonardo Tamayo Núñez
- Harry Villegas Tamayo
- Guido Álvaro Peredo Leigue
- Julio Luis Méndez Korne
- Simeón Cuba Sanabria
- Jaime Arana Campero
- Antonio Domínguez Flores
- Moisés Guevara Rodríguez
- Serapio Aquino Tudela
- Lucio Edilberto Galván Hidalgo
- Juan Pablo Chang Navarro
- Tamara Bunke Bíder
- Ciro Roberto Bustos
- Régis Debray
La Retaguardia
- Juan Vitalio Acuña (Jefe)
- Israel Reyes Zayas (Segundo al mando)
- Jesús Suárez Gayol
- Antonio Sánchez Díaz
- Restituto José Cabrera Flores
- Antonio Jiménez Tardío
- Apolinar Aquino Quispe
- Walter Arancibia Ayala
- Freddy Maymura Hurtado
- Casildo Condori Vargas
- Lorgio Vaca Marchetti
- Otros miembros
- Eusebio Tapia Aruni
- Hugo Choque Silva
- Julio Velazco Montana
- José Castillo Chávez
- Pastor Barrera Quintana
- Salustio Choque Choque
- Vicente Rocabado Terrazas
El fin de la Guerrilla de Ñancahuazú
El fin de la Guerrilla de Ñancahuazú marcó un trágico desenlace para el grupo liderado por Ernesto Guevara. A medida que el gobierno boliviano tomaba conocimiento de la presencia de la guerrilla guevarista, comenzaron a organizar una operación represiva para enfrentarlos.
La situación se complicó aún más cuando Guevara decidió partir con la mayor parte del grupo en febrero de 1967, dejando atrás a un debilitado ELN. Las deserciones y detenciones previas habían mermado la fuerza y la capacidad de resistencia de la guerrilla.
Las fuerzas militares bolivianas encontraron y persiguieron a los guerrilleros restantes, dando lugar a varios enfrentamientos armados. La superioridad numérica y el conocimiento del terreno por parte de las fuerzas gubernamentales terminaron por debilitar aún más la posición de la guerrilla.
Finalmente, el trágico desenlace se produjo con el asesinato de Ernesto Guevara. La noticia de su muerte se propagó y marcó el fin definitivo de la Guerrilla de Ñancahuazú. La mayoría de sus integrantes también perdieron la vida en los enfrentamientos con las fuerzas militares.
Este episodio histórico dejó un impacto duradero en la lucha revolucionaria en América Latina. La figura de Ernesto Guevara, conocido como el Che, se convirtió en un símbolo de la resistencia y la lucha por la justicia social en todo el mundo.
A pesar de su trágico final, la Guerrilla de Ñancahuazú sigue siendo recordada como un intento valiente de luchar contra la opresión y la injusticia. Su legado perdura en la memoria de aquellos que creen en la necesidad de luchar por un mundo más equitativo y libre.
Muerte de Ernesto Che Guevara
En el combate de Quebrada del Churo (Yuro), Guevara resultó herido de bala en su pierna izquierda y fue hecho prisionero junto con Simeón Cuba Sanabria (Willy), siendo trasladados a La Higuera donde los recluyeron en la escuela, en aulas separadas. También colocaron allí los cadáveres de los guerrilleros muertos y al día siguiente recluyeron a Juan Pablo Chang. Entre las pertenencias requisadas por los militares estaba el Diario que el Che llevaba en Bolivia.
El 9 de octubre por la mañana, el gobierno de Bolivia anunció que Ernesto Guevara había muerto en combate el día anterior. Simultáneamente llegaron el coronel Joaquín Zenteno Anaya y el agente de la CIA Félix Rodríguez. Poco después del mediodía, el presidente Barrientos dio la orden de ejecutar al Che Guevara. Existen dudas y versiones contradictorias sobre el grado de apoyo que la decisión tuvo por parte de Estados Unidos, pero lo cierto es que, tal como está registrado en el propio informe secreto de Félix Rodríguez, la CIA estaba presente en el lugar. Fue el agente Rodríguez quien recibió la orden de fusilar a Guevara y quien la transmitió a los oficiales bolivianos, así como fue él también quien le comunicó al Che Guevara que sería fusilado. Antes del fusilamiento, Félix Rodríguez, agente encubierto de la CIA, lo interrogó y lo sacó del aula para tomarle varias fotografías, las últimas en las que aparece con vida.
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